El Mail Art en la Era Cibernética: entrevista de César Reglero a John Held Jr.

Entrevista CRC a John Held, Jr.                 (Traducción Myriam M. Mercader)

CRC: Cuáles son los principales cambios que has observado en el arte postal en los últimos años.

Gracias por poner en mayúsculas Mail Art (Arte Correo). Para mí es muy importante porque pone de manifiesto que el Mail Art es un movimiento (Dada, Cubismo, Fluxus), aunque también puede ser un medio (pintura, collages, sellos de artista). Esta es una de las incertidumbres sobre el Arte Correo de los últimos años, ya que aquellos que son nuevos en este campo tienen poca idea de su historia. Esto sucede por la falta de exposiciones importantes, al menos en los Estados Unidos, y falta de catálogos académicos sobre el tema. Siempre espero que esto cambie y poco a poco está cambiando (Agregue Y Devuelva: Mail Art en las Colecciones del Mide-Ciant/UCLM, 2020), pero demasiado lento para mi gusto. Por otro lado, esto nos genera otra pregunta: ¿Debería el Mail Art estar en los museos? O sería mejor que se mantuviera fuera del sistema que siempre tiende a corromper a los que en él participan. No es una preocupación nueva, pero sí una que se mantiene en el tiempo. Una de las virtudes del Mail Art es que cuestiona la definición de Arte y nos mantiene con empuje en nuestra concepción de Arte como lo hicieran los movimientos Dada o Fluxus. Por lo tanto, yo lo tomo muy seriamente y quiero que los demás también lo tomen en serio. Pero también quiero ver un intercambio de obras libres y sin comercio ni reglas que lo coarten. Por eso es por lo que la exposición Agregue y Devuelva (Add and Pass) es un modelo para un futuro institucional del Mail Art, ya que tiene un catálogo con textos escritos por académicos en el campo sobre las obras donadas a la colección por un grupo de Mail Artistas Españoles, y también un gran catálogo con el listado de participantes y donantes de su obra para la exposición, que sigue manteniendo vigentes las reglas de aceptación de todas las obras, de su catalogación y del no retorno.

CRC: Puede ser aceptado el correo electrónico como una modalidad dentro del Mail Art siempre que se respeten sus principios básicos de: no comercio; no censura; no selección; no jurado; no devolución.

Soy un gran admirador de Ulises Carrión, que explicó que el Mail Art no estaba atado a la Oficina de Correos, sino que usaba el sistema postal como parte una estrategia social para construir una red de artistas internacionales de libre intercambio. El Mail Art era, por lo tanto, capaz de dar el salto directo a Internet siendo éste también un modelo cultural para la cooperación y la comunidad. Mail Art es una comunidad intencionada y cruza todos los medios, cogiendo lo más útil de cada uno de ellos. Las exposiciones en la red de acuerdo a las reglas del Mail Art son útiles para conectar y extender el espíritu de la comunidad desde la conexión digital a la postal y la personal.

CRC: Si la anterior pregunta es afirmativa, ¿debería cambiar de denominación el arte postal y figurar con nombre distinto al actual?

El Mail Art continúa siendo un paraguas que ampara muchas actividades artísticas no comerciales (sellos de goma, sellos de artistas, poesía visual, collage, performance, activismo social, intercambio intercultural, redes digitales). El nombre siempre ha sido controvertido. Muchos prefieren Correspondence Art, Post Art o Eternal Network. A mí me gusta Mail Art porque refleja el trabajo de una persona. Es un Arte que no es pretencioso, es democrático, abierto a hombre y mujeres, jóvenes y mayores, ricos o pobres, orientado a la artesanía o a lo artístico -histórico.

CRC: Hacia dónde crees que se encamina el arte postal en el futuro

El Mail Art continuará siendo examinado por académicos que lo atacarán por su rica vena de información vital sobre la condición humana de nuestro tiempo. Así como Ray Johnson una vez fue considerado “el artista desconocido más famoso de New York” Mail artistas como Clemente Padín, Eduardo Vigo, Paulo Bruscky, Graciela Marx, Pawel Petasz, Robert Rehfield, Guillermo Diesler, Serge Segay, Rea Nikonova, Anna Banana, Carl Chew, H. R. Fricker, Ryosuke Cohen, Richard Craven… la lista sigue y sigue … se erigirán de los márgenes del mundo del arte para ser vistos como proveedores básicos de una nueva era de comunidad global intencionada.

CRC: Qué recomendaciones harías para que el arte postal no perdiera sus señas de identidad.

A medida que el Mail Art es más conocido a través de nuevas exposiciones, catálogos y libros, y que artistas como los mencionados antes, los que ya han muerto o los que continúan con el Mail Art después de cincuenta años, cobran más atención, el Mail Art no puede perder de vista las raíces de su éxito. El Mail Art permitió la entrada de todos los que querían participar sin coste ni censura, valorados no por la obra que producían, sino por su creatividad, la que contribuyó a energizar la red. Las nuevas caras que no dejan de aparecer constantemente en el Mail Art me llenan de esperanza de que este movimiento artístico continuará sobre la base de una curiosidad desinteresada, no comercial y creativa.

(Las entrevistas realizadas podrán seguirse en facebook.com/cesar.reglerocampos  y en el blog de Myriam M. Mercader)

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