
CRC: Cuáles son los principales cambios que has observado en el arte postal en los últimos años.
He apreciado cambios en la permisibilidad de los envíos. Cada vez se restringe más lo que puede ser franqueado. También que al aumentar la facilidad cibernética y los canales alternativos, se propicia una hibridación de disciplinas. Las nuevas tecnologías posibilitarán la reproducción e impresión en 3D de cualquier objeto pero haciendo desaparecer sus condiciones artesanales.
CRC: Puede ser aceptado el correo electrónico como una modalidad dentro del Mail Art siempre que se respeten sus principios básicos de: no comercio; no censura; no selección; no jurado; no devolución.
Para mí el arte postal se fundamenta en el servicio de correos postal, como vehículo de esta forma de arte. La intervención de los carteros es primordial. El juego que se establece para hacer llegar las piezas a su destino, la satisfacción de encontrar una “carta” inusual en tu buzón, el objeto físico (teñido de poesía o de arte) entremezclado con las facturas que te alegra el día , la esperanza y la sorpresa en lo que “ va a llegar”,… requieren de unos tiempos y unas herramientas propias del Mail Art.
CRC: Si la anterior pregunta es afirmativa, ¿debería cambiar de denominación el arte postal y figurar con nombre distinto al actual?
La intervención del correo electrónico ha dado lugar al E-Mail Art. Su utilización posibilita que las convocatorias sean más fáciles, ayudan a su difusión, agilizan los tiempos, llegan a más personas, economizan costes, etc., pero redundando en lo anterior, transforman el concepto de Arte Correo, además de acabar, de un plumazo, con los sellos de Artista y su cultura adyacente.
CRC: Hacia dónde crees que se encamina el arte postal en el futuro
Se encamina al desuso. Como los vinilos, los libros en papel, las cabinas telefónicas, las charlas mirándose a los ojos en directo pudiendo oler el sabor de los silencios, y tantas otras cosas… seguirá teniendo un club de fans, unos followers vintage minoritarios, que permanezcamos deleitándonos con su práctica y evitando que caiga en el olvido. Ya en algunos países el servicio postal es muy deficitario o inexistente y en estos tiempos de pandemia, la situación se agudiza aún más.
CRC: Qué recomendaciones harías para que el arte postal no perdiera sus señas de identidad.
El seguir utilizándolo es su única manera de supervivencia. Que su práctica conviva con otras formas de comunicación sin perder sus cualidades de denuncia, reivindicación, sociales, igualitarias… que han conformado su identidad a lo largo de estas décadas.
Ya enterramos el Arte Postal siguiendo vuestra iniciativa pero yo lo veo colear por todas partes.
Si el Arte Postal ha muerto, ¡que viva el Mail Art!

(Las entrevistas realizadas podrán seguirse en facebook.com/cesar.reglerocampos y en el blog de Myriam M. Mercader)