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El Mail Art en la Era Cibernética: Entrevista de César Reglero a Valdor.

Entrevista CRC a Valdor, realizada en enero del 2021

CRC: Cuáles son los principales cambios que has observado en el arte postal en los últimos años.

Desde mi óptica personal y sin ningún ánimo de juzgar a nadie, percibo un distanciamiento de los temas sociales, un mayor efecto lúdico y un individualismo que tal vez diluya ese sentimiento de ser y estar todos en la misma comunidad cultural.

CRC: Puede ser aceptado el correo electrónico como una modalidad dentro del Mail Art siempre que se respeten sus principios básicos de: no comercio; no censura; no selección; no jurado; no devolución.

Sin duda alguna la modalidad, como elemento útil, del correo electrónico es válida e inevitable. Los avances técnicos, una vez afianzados se imponen por su propia lógica (el paradigma de lo contemporáneo), y sería loable, entonces, que los principios básicos que están en el origen del arte Postal sigan vigentes.

CRC: Si la anterior pregunta es afirmativa, ¿debería cambiar de denominación el arte postal y figurar con nombre distinto al actual?

Sí, hablar de “lo postal” sin la existencia de la estafeta (oficina de correo) sería un contrasentido, por lo tanto habría que lograr otro término o expresión que defina la nueva situación de la misma manera que en el mundo de lo comercial se habla de “networking” (red de negocios), sería necesario poder darle nombre a la red de intercambios culturales a través del correo electrónico ya que se diferencia totalmente del hábito primitivo.

CRC: Hacia dónde crees que se encamina el arte postal en el futuro

Soslayo que el intercambio electrónico ganará cada vez más adeptos pero que no desaparecerá por completo de la misma manera que, todavía somos muchos, que preferimos leer un libro, hoja por hoja y no en una pantalla.

CRC: Qué recomendaciones harías para que el arte postal no perdiera sus señas de identidad.

Mi humilde recomendación es mantener en pie el espíritu de los principios básicos, sino, pese a la posibilidad estética, la obra se transformará en “una cosa” (ajena a lo espiritual) que cada cual usará para sus exclusivos intereses publicistas, comerciales o emocionales.

(Las entrevistas realizadas podran seguirse en facebook.com/cesar.reglerocampos  y en el blog de Myriam M. Mercader)